El sueño de Falcao terminó de la peor manera

By

Daniel Chaves

Tras un año en el que Millonarios pasó de ser protagonista a un simple animador del torneo local, y en medio del fin de ciclo más profundo desde 2020, el ‘Tigre’ deja de perseguir un campeonato con el club de sus amores. Lo hace envuelto en la incertidumbre sobre su futuro y no sin antes alzar la voz, en su última rueda de prensa, contra lo que consideró injusto: las decisiones arbitrales, el silencio cómplice de la Dimayor y el sesgo de ciertos sectores del periodismo deportivo.

Pareciera que el sueño de Falcao desató la envidia de quienes no lo compartían. No de todos, pero sí de los suficientes como para hacer daño. En programas deportivos lo despedazaron en dos ocasiones. La primera, tras la eliminación en Pasto en diciembre de 2024: dos oportunidades de gol fallidas bastaron para que él fuera señalado, ignorando el mal momento general del equipo, y el hecho de que, gracias a sus goles, Millonarios llegó con vida a esa última fecha.

La segunda vez fue definitiva. El ‘Tigre’ cerró el torneo en su mejor nivel desde que volvió a Colombia, marcando goles clave en el cuadrangular, justo cuando muchos ya lo daban por acabado. Pero todo se torció después de su alegato contra quienes decían que “la liga estaba armada para Falcao”. Podrá discutirse si debió entrar en ese juego o si estaba lo suficientemente enfocado. Aunque lo que no admite discusión es el acoso injustificable que recibió principalmente desde las plataformas de RCN Radio y Win Sports, comandado por Carlos Antonio Vélez.

Fue tan fuerte el hostigamiento que Lorelei, su esposa, tuvo que salir a pedir respeto por él y por su familia. Y aun así, Vélez no se detuvo: continuó lanzando indirectas, la última en televisión nacional, en plena consagración de Santa Fe, cuando el protagonista era Rodallega y no había razón alguna para mencionar a Falcao. Lo hizo igual. Como si su sola existencia incomodara.

“Jueguen como hinchas por el escudo que llevan en el pecho… Les aseguro que el nombre de la espalda será recordado siempre.” Radamel Falcao García

Aun así, su llegada no fue en vano. En cada estadio al que fue, Falcao despertó una emoción dormida. No importa si entraba desde el banco o si apenas tocaba un par de balones: era él, el ídolo de toda una generación, con la camiseta albiazul puesta. Su presencia devolvió ilusión, llevó familias enteras al estadio, y le recordó al país lo que significa amar un escudo con el corazón. Falcao no necesitaba títulos para dejar huella. Bastó con verlo besar el escudo de Millonarios para entender que, a veces, el fútbol también es poesía, aunque el final no sea feliz.

El Tigre no fracasó en Millonarios. Lo que fracasó fue un entorno que nunca estuvo a la altura de su figura. Ni los directivos que no supieron blindarlo y darle herramientas para hacer algo más, ni los periodistas que convirtieron su regreso en una diana fácil, ni un club que vivía un momento de involución. Millonarios lo trajo tarde, sin plan, sin respaldo. Y el fútbol colombiano desperdició la última gran oportunidad de honrar a su mayor símbolo.

Scroll to Top